
$US 000
Se distinguen ocho zonas biológicas diferentes en este ambiente rico en humedad, que alberga varias miles de especies animales y vegetales en sus 26,000 acres. La reserva es un paraíso para los amantes de las aves, con más de 500 especies; no olvide sus binoculares para admirar al elusivo Quetzal, cuyo plumaje verde contrasta muy bien con su pecho y panza rojos, el tucancillo de garganta azul y el pájaro campana. Esté atento a los pumas, monos y jaguares en peligro de extinción, así como a la rana arbórea de ojos rojos que sirve como ícono costarricense. Si tiene suerte, también podrá encontrar al sapo dorado, conocido por vivir solo en este bosque; aunque algunos piensan que puede estar extinto. Junto con la abundante vida silvestre, el bosque nuboso ofrece 420 especies de orquídeas y 200 especies de helechos.